¿Importan las bacterias en nuestros cuerpos (especialmente en el tracto gastrointestinal) al pensar en la salud?

Todos somos diferentes en cómo metabolizamos nuestros alimentos, absorbemos sus nutrientes y necesitamos o usamos los nutrientes. Esta área de nutrición tiene que ser personalizada y lo será en el futuro cuando estén disponibles nuevas tecnologías que nos permitan a cada uno de nosotros sintonizar nuestras necesidades nutricionales personales. Sabrá, por ejemplo, exactamente cómo ajustar su dieta en sintonía con las bacterias de su cuerpo para perder peso de forma permanente, obtener más energía y curarse de las afecciones gastrointestinales (GI) crónicas. Ciertamente, la genética también jugará un papel aquí, pero el microbioma jugará un papel más importante: las bacterias que llenan el tracto intestinal y participan en la digestión, el metabolismo y la salud en general.

Todos tenemos bacterias en nuestro tracto gastrointestinal. Dentro del cuerpo de un adulto sano, se estima que las células microbianas superan en número a las células humanas en un factor de diez a uno. Cada persona alberga alrededor de 100 billones de microbios; en comparación, el cuerpo humano está formado por solo alrededor de 10 billones de células. Sin embargo, estas células microbianas (bacterias, hongos y virus) permanecen en gran parte sin estudiar, lo que deja casi desconocida su influencia sobre el desarrollo humano, la fisiología, la inmunidad y la nutrición. Recientemente, el NIH lanzó el Proyecto del Microbioma Humano (HMP, puede obtener más información en www.hmpdacc.org) con la misión de generar recursos que permitan la caracterización integral de la microbiota humana y el análisis de su papel en la salud humana y las enfermedades.

De hecho, las diferencias en la flora GI son una explicación viable para las diferencias en algunas tasas de cáncer entre China y los Estados Unidos. Tomemos, por ejemplo, el riesgo de cáncer de próstata. Para los hombres en los Estados Unidos, el riesgo de desarrollar cáncer de próstata es de alrededor del 17 por ciento. Para los hombres que viven en zonas rurales de China, sin embargo, es un escaso 2 por ciento. Pero cuando los hombres chinos se trasladan a la cultura occidental, su riesgo aumenta sustancialmente después de una década.

Supusimos que esto se debía a la dieta; después de todo, se puede culpar a la dieta occidental, y seguramente los inmigrantes probablemente comiencen a devorar nuestros alimentos empacados y procesados ​​como el resto de nosotros cuando aterrizan en los Estados Unidos, pero resulta que que el microbioma juega un papel importante aquí. Controla cómo metaboliza su comida, qué tan rápido y cuánto absorbe, y qué ingresa a su torrente sanguíneo, lo que afecta sus niveles de hormonas, entre otras cosas. A su vez, esto influye en el riesgo de desarrollar ciertos cánceres, como próstata o mama.

Es común categorizar a las personas por tipo de sangre o, en algunos casos, por etnia. En el futuro, también comenzaremos a escribir personas por “error”: por las bacterias predominantes que habitan en sus tractos digestivos. Se están publicando nuevos datos sobre las bacterias individuales y sus efectos, y este campo será tremendamente importante para la salud futura. El cuerpo humano es un sistema complejo y estamos aprendiendo nuevas dimensiones de este sistema regularmente. Todo este conocimiento será crítico para controlar el ‘sistema’ en el futuro.