No, es imposible observar tales procesos a través de un microscopio debido a la minuciosidad de las moléculas involucradas.
Estos estudios se realizan a través de experimentos bioquímicos. Esto significa que se estudia la química de estas biomoléculas, al igual que se estudia la química regular. Se realizan reacciones y se miran resultados específicos, especialmente cosas como cambio de color o cambio de pH o precipitación. Lea más sobre cómo Krebs experimentó en el ciclo del ácido cítrico que lleva su nombre: Hans Krebs – breve biografía.
En estos días, se usan técnicas más modernas para buscar proteínas u otras moléculas específicas. Un ejemplo sería la espectrofotometría, donde (espectrómetro) pasamos luz de frecuencia conocida a través de la solución. El espectrómetro lee una cierta cantidad física llamada ‘absorbancia’ y usando una fórmula bastante simple, podemos calcular varias cosas como la concentración de la sustancia o su masa molar. Luego, el cálculo posterior nos dará la posible fórmula de la sustancia (si es un azúcar, no una proteína).
Descubrir la estructura exacta de una proteína (y así identificarla) es mucho más compleja e implica muchos conjuntos de experimentos, que generalmente también incluyen bioinformática, donde las estructuras se modelan en una computadora.
Sin embargo, lo más importante es el proceso científico. Los investigadores primero hipotetizan cuál podría ser la reacción en curso, utilizando sus conocimientos teóricos. Solo entonces pueden proponer un método experimental para tratar de descubrir el mecanismo real o reacción que está ocurriendo dentro de esos pequeños orgánulos nuestros.