En una palabra: sí.
Para seguir elaborando: tenemos los típicos dientes de primate forrajeadores / recolectores (más o menos similares a los de un chimpancé o un babuino … excepto que ahora que hemos empezado a cocinar nuestros alimentos y hemos ideado diferentes formas de exhibición de amenazas, nuestro los colmillos se han atrofiado). Nuestro tracto digestivo, de manera similar, es más corto que el de los herbívoros (y falta un ciego funcional), pero es más largo y menos simple que el de un carnívoro obligado (para que podamos nutrirnos de ciertas formas de materia vegetal). Nuestro pH gástrico es alrededor de 2 veces más alto que el de un carnívoro, pero más bajo que el de un herbívoro. Y producimos tanto pepsina como (generalmente) ptialina en cantidades consistentes con ser omnívoros fisiológicos.