No tengo mucha experiencia psicológica. Prefiero tratar de responder esta pregunta en base a mi intuición e instinto.
Niña de 7 años
La mente de un niño pequeño es siempre la más delicada de todas. Todavía no ha madurado y se ve fácilmente afectado por todas las cosas que la mente absorbe y ve a su alrededor. Puede ser algo tan pequeño como el hábito de roncar de papá o una gran cosa como una situación que amenaza la vida.
Llegar al punto aquí, salvar a una niña alegre de 7 años de una experiencia traumática, puede ser bueno para la familia y para todos, pero puede ser perjudicial para la niña. La cicatriz que deja este incidente puede ser de por vida, y este incidente cambiaría su curso de vida y no necesariamente en el buen sentido. Esta es una situación peor que la muerte.
Paralítico de 43 años
Ella ya ha pasado su mejor momento. Todos sus sueños y deseos ya se cumplieron o muy probablemente nunca se cumplirían.
Además de eso, la parálisis la hace asfixiarse de su propia vida, la vuelve más impotente y patética día a día. Ella quiere una muerte honorable y misericordiosa en lugar de dejar que la vida centímetro a centímetro se le escape. Si no fuera hoy, definitivamente trataría de morir mañana.
Graduado brillante 22 años
Mi voto para esta situación sería la tercera opción.
Esta chica está en el mejor momento de su vida. Ella ha sido educada y entrenada durante muchos años para hacer algo bueno para el mundo. Hay un rayo de esperanza y voluntad de hacer algo sustancial en estos ojos.
Además, su mente es mucho más madura que la niña pequeña. Con el asesoramiento adecuado y el manejo cuidadoso de la situación, ella puede dar una vuelta a esta experiencia de manera positiva y vivir su vida con más vigor.
Obviamente, la forma en que se formula la pregunta es cruel y casi desalmada al perder cualquier vida humana. Pero, si no se puede evitar, entonces esta sería mi forma de pensar en la situación.