La edad ósea no es nada de qué preocuparse. Tiene que ver con el desarrollo de los huesos y su madurez. Tener una edad ósea de 15 años es perfectamente normal para alguien de tu edad. Todo lo que necesita saber es que es completamente normal y no tiene de qué preocuparse.
Aquí hay más información de fondo;
La edad ósea se puede utilizar para predecir:
- cuanto tiempo va a crecer un niño
- cuando un niño entrará en la pubertad
- cuál será la altura máxima del niño
Un estudio de la edad ósea ayuda a los médicos a estimar la madurez del sistema esquelético de un niño. Por lo general, se realiza tomando una sola radiografía de la muñeca, la mano y los dedos izquierdos. Es un procedimiento seguro e indoloro que usa una pequeña cantidad de radiación. Los huesos de la imagen de rayos X se comparan con imágenes de rayos X en un atlas estándar de desarrollo óseo, que se basa en datos de un gran número de otros niños del mismo sexo y edad. La edad ósea se mide en años.
Los huesos de un niño, como los de los dedos y la muñeca, contienen “zonas de crecimiento” en ambos extremos llamadas placas de crecimiento. Estas placas consisten en células especiales responsables del crecimiento de los huesos en longitud. Las placas de crecimiento son fáciles de detectar en una radiografía porque son más blandas y contienen menos mineral, lo que las hace parecer más oscuras en una imagen de rayos X que el resto del hueso.
A medida que los niños crecen, las placas de crecimiento cambian de aspecto en las imágenes de rayos X y se vuelven más delgadas, hasta que desaparecen (esto es lo que se llama “placas de crecimiento cerradas”). Debido a que se ven diferentes en cada edad, un médico puede asignarle una edad ósea basada en la apariencia de los huesos y las placas de crecimiento. La edad ósea de un niño (también llamada edad del esqueleto) se asigna al determinar cuál de las imágenes de rayos X estándar en el atlas coincide más con la apariencia de los huesos del niño en la radiografía.
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Una diferencia entre la edad ósea de un niño y su edad cronológica podría indicar un problema de crecimiento. Pero tales diferencias no siempre significan que hay un problema, porque los niños perfectamente sanos pueden tener edades óseas que difieren de sus edades cronológicas.
