Sarah, haz una lista. Ser explícito Puede traer un amigo de confianza con usted para ayudarlo con su coraje y asertividad.
Los doctores no son dioses y ganar su atención significa mirarlos a los ojos y decirles qué se siente mal o qué duele, y cómo y dónde.
Preguntar a otras personas que conoces si les gustan sus médicos primarios, y por qué, te dará una idea y tal vez algunas referencias.
La relación entre el médico y el paciente es una combinación especial de dos personas con el mismo objetivo (su salud y la optimización de su autocuidado). Debe estar basado en la confianza y el respeto mutuos. Pruebe con algunos médicos hasta que encuentre uno que se sienta como un buen “calce”.
Muchos médicos que me han parecido desdeñosos mientras cuidaba a mi bebé críticamente enfermo tuvieron problemas conmigo porque fueron desdeñosos. Consideré que muchos de ellos eran sexistas, culpándome inconscientemente por ser una mujer porque no podían ayudar a mi hijo.
No tomo este tipo de desdén a la ligera y tampoco deberías. Encontré algunos grandes médicos que son mujeres. Ellos me ayudaron con mi pequeña niña. Merece todo el cuidado que necesita, tal como lo hizo mi bebé. Es ciertamente difícil ser tu propio padre y ser el defensor del bebé asustado que cada uno de nosotros tiene, adentro. Nos sentimos vulnerables yendo al médico.
Mi sobrino se rompió el brazo, ¿cuál es la mejor manera de aliviar la picazón bajo el yeso?
Tengo fibrilación auricular. ¿Qué es mejor: Xarelto? Warfarin? ¿Algo más?
No te rindas. Proteja su salud organizándose y encontrando el “hogar médico” correcto. Será en una oficina donde te sientas cómodo y como un ser humano.