Claro, en teoría sería posible, ya tenemos tecnología capaz de generar energía a partir de una diferencia de temperatura (aunque no a escala nanométrica)
Sin embargo, como la temperatura del cuerpo humano es aproximadamente de 36 grados centígrados, y casi todo el tiempo, el entorno que nos rodea es mucho más frío, por lo que haría que tal habilidad fuera inútil en circunstancias naturales.
Hay muy pocas regiones en el mundo donde la temperatura promedio de la luz del día sea más alta que la temperatura del cuerpo humano, por lo que tal adaptación sería inútil para cualquier persona que viva fuera del Sahara o del Valle de la Muerte.
Se debe tener en cuenta que el clima cálido ya disminuye un poco el gasto de energía humana, ya que en los climas más fríos, los humanos gastan mucha energía solo para mantener una temperatura corporal estable: en climas cálidos, no es necesario.