¿Cómo exactamente el cuerpo humano crea su calor?

La energía se “almacena”, por así decirlo, en los enlaces covalentes de productos químicos como la gasolina. Cuando esos enlaces se rompen (piense en la combustión), se libera energía. En el caso de la gasolina, parte de esta energía se libera como energía mecánica, luz y (mucho) calor. Lo mismo se puede pensar en el caso de nuestros cuerpos. Nuestras mitocondrias separan la glucosa durante la respiración aeróbica en un proceso llamado ciclo de Kreb (también llamado ciclo de ácido cítrico o ciclo de ácido tricarboxílico) para fosforilar ADP a ATP. Se puede pensar que el ATP almacena la energía de la respiración celular. Durante el ciclo de Kreb, la ruptura de los enlaces covalentes de glucosa libera energía, parte del cual es calor.

De la misma manera que un automóvil genera calor, quemando combustible dentro de él. El combustible principal que quemamos se llama glusose, un tipo de azúcar. El segundo combustible que quemamos se llama grasa. El tercer combustible más importante que quemamos es proteína. El alcohol es otro combustible que quema el cuerpo, pero a menos que seas un borracho y bebas mucha cantidad, es irrelevante en la cuenta final.

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Hay media docena de maneras independientes de que los alimentos se metabolicen y se conviertan en ATP y energía. El resultado de la energía es calor.

Los alimentos que comemos proporcionan “calorías”, que son las unidades de calor que los alimentos crearán después de haber sido comidos. Las verduras crudas y los verdes contribuirán menos a calentar el cuerpo. Es por eso que las personas que son sensibles a sus cuerpos y al medio ambiente, como comer ensalada en climas cálidos. Esa también es la razón por la cual las personas sensibles anhelan comidas altas en calorías en clima frío.