¿Son menos propensos a lesionarse los motociclistas maduros?

Sí.

Montar en una motocicleta sin depender de la suerte requiere una conciencia externa constante, atención interna y habilidad física. Bajo esas condiciones, el riesgo adicional de la motocicleta (en comparación con un automóvil) es muy pequeño.

Todos aceptamos conducir autos de riesgo, y ese riesgo está muy modulado por nuestras habilidades de conducción y navegación. Un automóvil en manos de un niño es muy arriesgado.

La verdadera diferencia de conducir un automóvil es que en una motocicleta estás poniendo en peligro la vida y la integridad física. Los errores le cuestan caro o terminan.

La experiencia es siempre intensa, incluso cuando se conduce con calma. Un jinete maduro siempre está al tanto de todo, presente en su experiencia del mundo, en lugar de consumirse por la experiencia de sí mismo. Su mente se vacía de todo excepto aquí y ahora y los escenarios hipotéticos sobre el futuro inmediato aquí y ahora.

Nada más importa. Se convierten en un animal en una motocicleta en el viento. Ellos montan. Ellos fluyen.

Por otro lado, las personas pueden conducir un automóvil mientras lloran desconsoladamente, cautivados por una pantalla, pensando compulsivamente, acunándose a Bad Company o planificando su día.

También puedes conducir una motocicleta distraídamente, incluso hasta un extremo (aunque no tanto como en un automóvil). Ese enfoque adicional necesario compensa el riesgo adicional necesario. Cuando se completa ese enfoque (y no se es un demonio), el riesgo adicional es mínimo y pequeño.

El peor error es tener prisa. Ese estilo de vida es una bomba de tiempo, y el conteo se acelera en las motocicletas.