No, pero he asistido a muchas muertes como paramédico.
Siempre me sorprendió que los accidentes fatales atrajeran a una multitud que simplemente se paraba y miraba los restos del avión. Dejé la ambulancia en 1994, así que en estos días me imagino que la multitud ahora toma videos e imágenes con sus teléfonos, aunque la razón para hacerlo todavía me elude.