Si bien no siempre puedes cambiar tu situación, puedes cambiarte a ti mismo. Este puede ser un proceso difícil, tardé treinta años en hacerlo yo mismo, pero si lo logras, puedes ser feliz sin importar las circunstancias. Todavía estoy trabajando en eso, pero parece factible.
Para mí, me di cuenta de que mi depresión era causada por odiarme a mí mismo por no poder hacerme feliz. Esto me llevó a darme cuenta de que la razón por la que no podía hacerme feliz era porque me negaba a hacer las cosas que sabía que me ayudarían a ser feliz. Me estaba negando en parte porque pensé que esas actividades eran tontas, pero sobre todo porque pensé que no merecía la felicidad. Pensé que era una pila de excrementos pecaminosa, ingrata y culpable porque no podía ser “normal”, feliz y mejorar la vida de otras personas.
Tomó aún más realizaciones descubrir que, en el fondo, creía que todos los demás tenían derecho a amar, pero que no lo hice porque sabía que no era digno de amor. En efecto, estaba regalando o desviando todo el amor que recibí porque pensé que no valía la pena. Tuve que decidir que valía la pena y que tenía que ser egoísta y hacer las cosas que me hicieron sentir amado y feliz, independientemente de cómo me sintiera acerca de lo útiles que serían o si me lo merecía.
Empecé a hacer eso, junto con la meditación y el trabajo para explorar mis emociones en lugar de reprimirlas. Me he sentido mucho mejor en los últimos dos meses desde que comencé que en los treinta años anteriores a eso.
Es más complejo que eso. He destilado los pasos de mi artículo, Consejos para la felicidad, si estás interesado. Pero definitivamente es posible.
Espero que esto te ayude, y te deseo todo lo mejor.
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