A la edad de dieciocho años tu cerebro deja de crecer.
A partir de esa edad, comienza a perder más de 1.000 células cerebrales al día.
Sólo el dos por ciento de su peso corporal está ocupado por su materia gris,
pero usa hasta un 20% de tu producción total de energía (necesita carbohidratos).
Tu cerebro trabaja continuamente y nunca descansa, incluso cuando estás dormido.
Además de producir sueños REM, tu cerebro trabaja horas extras para reponer
su capacidad para funcionar normalmente durante sus horas diurnas diurnas.