Empatía.
Es uno de los grandes mecanismos de supervivencia de nuestra especie. Puede sonar como una debilidad, pero no lo es. Es el fundamento de nuestra moralidad. Cuanto más cerca está una criatura para nosotros (tal como los percibimos), más empatizamos con ellos. Esta característica nos ha permitido desarrollar un profundo respeto por nuestro propio tipo. Tenemos una aversión a hacer daño y una necesidad apremiante de ayudar a los necesitados.
¡Pero espera! ¿Y los nazis? ¿Qué hay de Torquemada? Por supuesto. Esas excepciones existen. Pero cuando observamos toda la historia de la humanidad, vemos el hecho de que, a pesar de nuestra naturaleza más baja, tendemos a hacer un trabajo decente para formar comunidades y trabajar juntos.
