¿Por qué sentimos dolor en el pecho / corazón cuando estamos emocionalmente heridos en lugar de sentir dolor de cabeza ya que idealmente el cerebro debería ser la fuente de todas las emociones?

Hay una condición producida por un estrés extremo llamado cardiomiopatía Takutsubo, que es un debilitamiento del ventrículo izquierdo (el lado que bombea la sangre al cuerpo) y produce síntomas de ataque al corazón. Esto a veces se llama “miocardiopatía inducida por estrés” y “síndrome del corazón roto”. Además, algunos estudios sugieren que el dolor emocional y el dolor físico activan las mismas regiones en el cerebro, la corteza cingulada anterior y la ínsula anterior. Esto significa que el dolor emocional se puede experimentar de la misma manera que el dolor físico, que a veces se siente en regiones discretas del cuerpo, como el estómago y el pecho. El cerebro está intrínsecamente conectado con el resto del cuerpo, lo que los biólogos llaman el “eje del intestino-cerebro-piel”, un sistema de comunicación entre las vías neuronal, endocrina, inmune y metabólica.

Miocardiopatía de Takotsubo (síndrome del corazón roto) – Harvard Health

El papel del microbioma en los trastornos del sistema nervioso central

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc…

El dolor emocional y físico activa regiones cerebrales similares

http://www.merckmanuals.com/home

Algunas personas sienten y expresan su angustia emocional como síntomas físicos. Esto se llama un “trastorno somático”. No es raro, y es tratable.

Tiendo a hacer eso, yo mismo. Si estoy muy enojado, muy molesto o muy estresado (afortunadamente, eso no sucede a menudo) podría sangrarme en la nariz, o podría vomitar, o podría tener “trotes” (dificultad gastrointestinal), o Podría tener dolores en el pecho.

De acuerdo con un artículo que leí sobre la somatización, tiende a ser más común en aquellos que experimentaron abuso infantil grave y crónico.

….¡bingo!

No es tu corazón, es tu estómago. Tu corazón sigue haciendo su trabajo, de lo contrario las personas con sentimientos se habrían extinguido. La próxima vez que notes esa sensación, échale un vistazo.

¡Nuestras agallas piensan mucho por nosotros!