Doscientos cincuenta millones de años de evolución han resultado en un corazón de cuatro cámaras que, en mi humilde opinión, es desigual a cualquier otro en el reino animal (aparte de las aves que también tienen cuatro cámaras).
Además, dado el combustible adecuado, el corazón humano continuaría bombeando más de 100 años en la mayoría de los casos, si las personas solo evitaran los alimentos procesados. No solo eso, sino que en la mayoría de los mamíferos, generalmente es el último órgano en fallar.
El principal defecto de diseño del corazón no está en la ingeniería sino en la genética, donde los defectos pueden surgir de rasgos hereditarios, como miocardiopatías, deformidades congénitas, etc.
Preveo la perfección de un corazón mecánico dentro de 50 años que puede reemplazar un corazón enfermo y funcionar igualmente bien, aunque puede no responder bien durante el ejercicio.
Las conexiones neuronales del corazón con funciones cerebrales superiores que regulan la frecuencia cardíaca en respuesta a estados físicos y psicológicos son mucho más complejas que su simple función muscular.
