No tomo decisiones fácilmente, sin embargo, he aprendido algunos trucos para facilitar las decisiones.
1) No comparto detalles de mi dilema con otros. Simplemente los frustra, y su frustración me molesta y podría alentar decisiones apresuradas de mi parte.
2) He llegado a reconocer que la toma de decisiones es un problema para mí, así que advierto a las personas cuando me siento abrumado para que pueda calmarme antes de tomar una decisión. Eso reduce la presión tanto desde dentro como desde fuera.
3) Escribo mis opciones, en una hoja de papel, así que tengo la actividad de escribir, además tengo las ideas en frente de mí. A veces, este procesamiento adicional hace que la respuesta sea obvia.
4) Mi terapeuta me dio algunos buenos consejos. Ella me dijo que confiara en mi intuición: fingir que le estoy preguntando qué hacer, pero en cambio me lo estoy preguntando. Como dudo de mis decisiones, hago una especie de terapia inversa en la que me veo a mí mismo en el papel del terapeuta que trata conmigo, el paciente. Asumir el rol terapéutico elimina el elemento personal y me permite ver la situación de manera más objetiva. De esta manera puedo darme consejos desde un punto de vista más neutral.
Espero que esto ayude.
