Como padres, naturalmente amamos a nuestros hijos y queremos protegerlos de cualquier daño. De hecho, desearías poder tomar las lesiones en su nombre para evitarles el dolor y el proceso de curación.
Más tarde, cuando se hagan buenos amigos contigo y compartan los problemas de la paternidad, las cosas realmente se vuelven interesantes. Cuando ves que se convierten en abuelos, es como mirar por el lado equivocado de un telescopio. Sus problemas se ven tan pequeños.
Solo espera; la vida es una pelota!