Los músculos esqueléticos están en gran parte bajo control consciente. Esto significa cualquier cosa, desde los músculos grandes que nos permiten caminar, agarrar y subir hasta los músculos pequeños y delicados que controlan los movimientos de los labios, los ojos y la lengua. Incluso los músculos esqueléticos tienen aspectos involuntarios: varias contracciones automáticas, reacciones de sacudidas y acciones de ajuste (por ejemplo, la forma en que el ojo se enfoca en los objetos o los músculos grandes se ajustan automáticamente para mantener el cuerpo en posición vertical).
Ciertos otros músculos, especialmente los músculos diafragmáticos, están bajo control consciente parcial. Podemos contener la respiración o cambiar nuestra frecuencia respiratoria, pero solo dentro de ciertos parámetros. Podemos calmarnos mentalmente para bajar nuestro ritmo cardíaco, pero no podemos evitar que el corazón late indefinidamente.
Otros músculos, como los músculos que mueven las cosas a través de nuestro tracto digestivo, no tenemos conciencia de nada en condiciones normales.
Busca la diferencia entre los sistemas nerviosos simpático y parasimpático; el primero maneja el músculo voluntario, el segundo involuntario.
