1 pulgada se puede disminuir.
Cada noche nos acostamos a un fenómeno natural interesante, todos nos volvemos un poco más altos, y a medida que avanza el día, todos nos acortamos un poco. Aunque lo que sucede es complejo, la explicación es bastante simple.
Probablemente no te sientas más alto por la mañana después de despertar de una buena noche de sueño, pero en realidad has crecido. La razón radica en la columna vertebral, específicamente en lo que se conoce como el núcleo pulposo, o la parte interna del disco vertebral. Los discos en la columna vertebral están compuestos de este material similar a la gelatina que proporciona amortiguación y protección a la columna vertebral. Es el amortiguador de su cuerpo, y con el golpeteo de sus vértebras durante el día al caminar, correr, inclinarse, levantarse y sentarse, necesita tiempo para descansar y rejuvenecer.
Durante la noche, cuando no hay carga en la columna vertebral, el fluido se difunde lentamente en los discos en un proceso pasivo denominado imbibición. Sin fuerzas que comprimen la columna vertebral, que incluye la gravedad cuando estás de pie o sentado, los discos crecen de tamaño debido a las presiones osmóticas. Una analogía para tener en cuenta es la de un globo con agujeros extremadamente pequeños que está lleno de gelatina y agua en una tina de agua. Cuando se comprime el globo, se filtra agua, disminuyendo el volumen en el globo. Cuando se libera la compresión, sucede lo contrario. Cada disco pasa por este proceso en reposo y aumenta en altura en una pequeña cantidad.