Deberías aspirar a respirar naturalmente. Dada la práctica, tomarás suficiente aire en cada pausa para hablar con claridad y sin esfuerzo.
Los músicos de viento de madera como yo practicamos el fraseo, que se corresponde con el volumen de la respiración a la longitud de una frase musical. Si respira demasiado profundo, no podrá jugar, mientras que un aliento demasiado profundo se estancará en los pulmones y hará que exhale sin tocarlo.
Hablar, como la música, tiene un ritmo natural. Su respiración debe estar en ese ritmo natural, lo que significa que cada respiración debe ser tan profunda o profunda como lo requiera la frase. No intentes forzarlo; relájate, respira y ¡muestra a tu audiencia algo hermoso!