Para evitar que te lastimes con cosas pequeñas, debes darte cuenta de que no son más grandes que tú.
Piense en ello como: sentirse ofendido por algo pequeño, está haciendo que esa cosa sea más grande que usted. Sin embargo, ese no es el caso en absoluto: eres totalmente capaz de desarrollar la capacidad de recuperación de cosas pequeñas que no mereces que te hagan daño.
Cualquier infelicidad que sientas por estas pequeñas cosas que te atraviesan es solo temporal, porque también son temporales. Obtendrás momentos en los que te sentirás molesto por estas cosas, pero a la larga, ¿realmente lo vales?
A veces, es bueno desvincularse de su idea de “usted” – que es sensible, o que incluso se lastima de cosas pequeñas. Dígase a sí mismo que: “Estoy superando el ser sensible a las cosas pequeñas”. Es gracioso cómo funciona, pero tu cerebro seguirá lo que dices. Comenzarás a:
- Pregunta las cosas pequeñas
- Ver la imagen más grande
- Determine qué tan significativos son en realidad
Al igual que con todos los pensamientos negativos, cuestionelos, cuestionelos, cuestionelos. Ya sabes que son cosas por las que no vale la pena enojarse, así que pregúntate a ti mismo para llegar a la raíz profunda de por qué incluso te molestarían. Te darás cuenta de algunos problemas profundamente arraigados y tal vez hasta comiences a sentirte tonto por todo, una vez que te hayas confrontado al respecto. Es gracioso cómo funciona la mente.