La felicidad no se trata de obtener lo que quieres, sino de ser feliz con lo que tienes. Contar las cosas buenas de tu vida te ayudará a sentirte mejor; también, cambiar tu enfoque de ti mismo a los demás te ayudará a encontrar la felicidad. Hay muchas personas que están en peores condiciones que usted, y puede ser más feliz al ofrecerse como voluntario para ayudar en la comunidad. Le dará un sentido de logro y también le dará una perspectiva. Sus problemas parecerán menos importantes en comparación con los problemas de los demás. ¿Qué es ese viejo dicho? “Lloré porque no tenía zapatos, hasta que vi a un hombre que no tenía pies”.
La “Oración de la Serenidad” es útil. Dice así:
Dios, concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las cosas que puedo y sabiduría para saber la diferencia.