Una persona normal debería beber aproximadamente 3-4 litros de agua todos los días.
Esto ayuda en la digestión adecuada de los alimentos consumidos durante el día y mantiene la temperatura del cuerpo regulada ya que el agua es el termorregulador más natural.
Además de esto, la ingesta debe aumentar en función de la producción urinaria para mantener el nivel de agua suficiente en el cuerpo para lograr el nivel deseado de regulaciones térmicas.
Además, si está haciendo ejercicio o realizando alguna actividad física extraordinaria, la cantidad de ingesta de agua debe aumentar proporcionalmente.
No solo el consumo de agua en dicha cantidad es importante sino también la técnica correcta. El agua debe consumirse mientras se está sentado para garantizar la máxima absorción por parte del cuerpo. Siempre beba agua es una pequeña cantidad a la vez y la temperatura normal de agua se debe mantener mientras se bebe.
Si uno sigue todos los conceptos mencionados anteriormente, notará cambios significativamente positivos en su cuerpo. Buena suerte, ¡salud!