Es físicamente imposible contener la respiración para siempre.
El récord de aguantar la respiración es de 22 minutos y 22 segundos bajo el agua por el apneista alemán Tom Sietas en 2012.
Porque la respiración es automática, involuntaria y continua, así que no importa cuán duro uno trate de contener la respiración, ¡se vuelve irresistible después de unos minutos y uno tiene que darse por vencido!
🙂