¿Es una coincidencia que la concentración de oxígeno en la atmósfera sea de aproximadamente el 21%?

Ni siquiera es coincidencia, es una oportunidad. Las concentraciones de oxígeno en la atmósfera han variado enormemente a lo largo de la vida de la Tierra.

De un vistazo rápido [1] es obvio que no hay nada especial, cerca del 21%. La concentración de oxígeno ha estado muy por encima de eso y muy por debajo de ese período en el que varias formas de vida han existido. Asombrarse con la marca del 21% es como arrojar una moneda al aire, y luego, 1,7 segundos después, se sorprende de que la moneda esté precisamente a 0.693 metros sobre el suelo. [2]

Sí, la vida de hoy es adecuada para un 21% de oxígeno. ¿No sería mucho más sorprendente si la vida no fuera adecuada para su entorno?


1. La carta es de La historia evolutiva del Reino animal, pero hay muchas versiones de ella flotando alrededor

2. Por cierto, ambos son números aleatorios. No busques ningún significado en ellos.

No, no es una coincidencia. El 21% de la concentración de oxígeno es la causa, lo que lleva al efecto de la lluvia no quema.

Por ejemplo, considere que la concentración de oxígeno en la Tierra fue del 25%. Las selvas tropicales no habrían evolucionado entonces. Pero podría haberse desarrollado un ecosistema diferente, que podría sostener niveles más altos de oxígeno. Entonces, usted habría preguntado si es una coincidencia que los niveles de oxígeno son los adecuados para apoyar este ecosistema.

Independientemente del contenido de oxígeno que sea, las criaturas que no pueden respirar morirán y las sustancias que se quemarán se quemarán, dejando solo las criaturas que pueden respirar y las plantas que no se queman en eso.

Lo mismo sería cierto si el contenido de oxígeno fuera del 10%, o del 30%, o lo que sea. Así es como la evolución hace que las cosas funcionen, matando a todo lo que no funciona.

La hipótesis de Gaia, propuesta por James Lovelock, sugiere que la composición de la atmósfera (al igual que los océanos) no es una coincidencia, sino que está regulada por la propia biosfera. En resumen, los seres vivos modifican ligeramente su propio microambiente para hacerlo más óptimo para su supervivencia. En una escala global, la biosfera (la suma total de los seres vivos en la Tierra, de los cuales la mayor parte son organismos unicelulares) puede modificar toda la Tierra para que sea más adecuada para que prospere la vida.

Esta es solo una faceta de esta teoría muy interesante y poderosa. Vale la pena echarle un vistazo, y Lovelock recurre a sus muchos años como científico atmosférico para presentar una gran cantidad de pruebas que lo respalden.