Sí, son en su mayoría lo mismo.
Así que las hormonas sintéticas como la insulina y la progesterona formuladas para los humanos funcionan en muchas especies de mamíferos similares, desde monos y simios hasta perros y ratones.
Sin embargo, las hormonas extraídas pueden desencadenar una reacción o respuesta inmune, o incluso una infección, ya que puede haber microbios específicos que una especie puede tolerar pero otra no.