“Experiencias de vida” es una categoría excepcionalmente amplia de cosas, así que voy a usar una interpretación realmente suelta para escribir una respuesta divertida.
¡Sí! Muchas especies bacterianas tienen un sistema inmune adaptativo: el CRISPR (repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente espaciadas) sistema – que les permite reconocer y destruir los ácidos nucleicos exógenos. Los virus y otros patógenos de las bacterias normalmente funcionan al infiltrar su genoma en una célula y manipular esa célula para producir más partes de virus utilizando el genoma viral como plantilla. Las bacterias que están infectadas por algo nuevo y sobreviven a la infección tomarán una pequeña porción del genoma viral y lo insertarán en su propio genoma. Los genomas bacterianos suelen llevar decenas o cientos de estas secuencias cortas organizadas en series de repeticiones palindrómicas agrupadas, de ahí el nombre, y son esencialmente una forma de memoria genética. Las repeticiones se usan para cargar un complejo enzimático que corta ADN y otorga a esos complejos especificidad antiviral.
Como estas repeticiones son parte del genoma bacteriano, son hereditarias y se transmiten a la progenie, formando un largo patrimonio de experiencias de vida almacenadas molecularmente.