Estar herido es tan común en estos días y la causa raíz es “EXPECTATIVAS”. Me parece que cada vez que empiezo a esperar cosas, seguramente tarde o temprano me sentiré herido. Ahora estas “Expectativas” pueden estar en múltiples aspectos de tu vida. Daré algunos ejemplos de cómo seguimos creando expectativas para muchas cosas y terminamos heridos.
Tomaría ejemplos de dos áreas amplias y más comunes en las que la mayoría de nosotros parece estar herida:
Trabajo – Tenemos la expectativa de que solo porque tenemos un gran título, un excelente primer empleo, marcas de lujo en nuestro currículum, solo tenemos derecho a ser la gran figura de nuestro lugar. Establecemos metas poco realistas, métricas y simplemente trabajamos pensando que habrá apreciaciones, promociones e ignorando a nuestra familia. Cuando la carrera no te da tus expectativas, nos lastimamos.
Relaciones: esta es un área que muere según las expectativas. Hoy en día, casi todos en una relación parecen lastimarse con frecuencia. Tenemos un gran conjunto de expectativas de nuestros socios, amigos y familiares, pero nunca pensamos cuánto estamos devolviendo. Cuando tratas mal al mundo y lo vuelven a dar, hay dolor. Cuando eres bueno, otros quieren decir que estamos heridos. Es como si fueras bueno o malo, acabarás lastimado.
Solución
Ojalá hubiera algunas soluciones directas. Pero una solución general sería reducir las expectativas de la vida en general y aceptar lo que se le está sirviendo.
¿Qué deberíamos hacer cuando estamos cansados pero queremos estudiar?
¿Perdonarías a las personas que te siguen lastimando una y otra vez?
Si es el trabajo lo que le causa angustia, comience a tomarlo como un día o como máximo una semana, sin pensar en un largo plazo. Comprender el entorno y conocer a las personas y a nosotros mismos también ayuda mucho en la gestión de las expectativas.
Las relaciones son el área más difícil de resolver. Debemos entender que cada ser humano es único. Hay 1001 cosas que influyen en la decisión de los demás. Puede que realmente estés jugando al 100%, pero hay posibilidades de que un buen día la otra persona aparezca y diga que todo es cero porque quizás tu 100 sea su cero y quieran 1000. Es un viaje interminable que cumple las expectativas propias y otros esperanzas de heredar. La única solución que veo es reducir la nuestra, porque no tenemos control sobre los demás.
Un hombre sabio dijo –
“Puede que no consigas lo que te gusta, pero si comienzas a gustarte, lo que obtienes de la vida sería mucho mejor”