La diabetes no es un trastorno digestivo. Es un metabolismo.
El tipo I es una falla del páncreas para producir suficiente insulina de calidad.
Tipo II es una falla de las células para responder de manera eficiente a la presencia de señalización de insulina.
En ambos casos, el problema está más allá del tracto digestivo y para revertirlo se requieren intervenciones que aborden las causas principales.
Ciertamente, la buena flora digestiva es importante. Pero es poco probable que sea una cura.