¿Por qué es que no importa cuán malo te haya lastimado alguien, todavía los perdonas?

Probablemente porque nuestros sentimientos de enojo, dolor y hostilidad hacia la persona que le ha dado el maltrato han sido reemplazados por sentimientos de compasión. La compasión es cuidar, querer hacer algo para aliviar a la persona que sufre. El perdón señala dejar ir, y nos permite liberar pensamientos negativos como la tristeza, el dolor, la culpa, etc. Sobre la persona que nos ha lastimado.
Hemos comenzado a reconocer que esta persona ya no puede hacernos daño, porque no permitimos que su comportamiento tenga influencia sobre nosotros. Ser capaz de perdonar a alguien después de que te han lastimado de alguna manera muestra que estás desarrollando tus emociones de una manera constructiva.

Personalmente, me sentiría atascado si permitiera que una instancia, o múltiples según la situación, me hiciera daño. Me gusta mantener la frase “sigue avanzando” en mi cabeza. Por otro lado (de una manera contradictoria) hay algunos casos en los que no puedo perdonar a alguien y, por lo tanto, acepto que no puedo perdonarlos y sigo adelante. Muy extraño decir la verdad.

Si alguien continúa haciéndolo, es hora de seguir adelante y dejarlos pasar porque, por lo general, lo están dando por sentado y aprovechándose, no vale la pena la “decepción” que le da. También es una cuestión de quién es esta persona para ti, como familia, cónyuge, novio, novia, amigo en general. Si no tiene que quedarse, puede hacer arreglos para no quedarse, es hora de cortar el cable.

Te deseo lo mejor y recuerda que no eres el felpudo de nadie.

M 😉

La gente puede intentar muchos trucos para lastimarte, pero la emoción de sentirte dolido recae en ti. Tú eliges, si quieres sentirte herido o no. En el momento en que sueltes ese sentimiento, estarás en paz con tu mente.

Entonces, la mejor opción que tenemos para dejar ir ese sentimiento es olvidar y perdonar. Muévete y disfruta de tu vida.