¿Qué procesos fisiológicos ocurren en nuestros cuerpos cuando ayunamos, particularmente en Ramadán?

Primero, me gustaría recomendar un libro Kitabus Saum (El libro del ayuno)

Los cambios que ocurren en el cuerpo en respuesta al ayuno dependen de la duración del ayuno continuo. Técnicamente, el cuerpo entra en ayunas ocho horas después de la última comida, cuando el intestino termina de absorber los nutrientes del alimento. En el estado normal, la glucosa corporal, que se almacena en el hígado y los músculos, es la principal fuente de energía del cuerpo. Durante un ayuno, esta reserva de glucosa se usa en primer lugar para proporcionar energía. Más adelante en el ayuno, una vez que se agotan las reservas de glucosa, la grasa se convierte en la siguiente fuente de energía de almacenamiento para el cuerpo. Pequeñas cantidades de glucosa también se “fabrican” a través de otros mecanismos en el hígado.

Solo con un ayuno prolongado de muchos días a semanas, el cuerpo finalmente recurre a las proteínas para obtener energía. Esta es la descripción técnica de lo que comúnmente se conoce como ‘inanición’, y claramente no es saludable. Implica que la proteína se libere de la descomposición de los músculos, por lo que las personas que pasan hambre se ven demacradas y se vuelven muy débiles.

Como el ayuno de Ramadán solo se extiende desde el amanecer hasta el anochecer, hay una gran oportunidad de reponer las reservas de energía en las comidas antes del amanecer y al atardecer. Esto proporciona una transición progresiva y suave desde el uso de la glucosa a la grasa como la principal fuente de energía, y evita la descomposición de los músculos en proteínas. El uso de grasa para la energía ayuda a perder peso, preserva los músculos y, a la larga, reduce los niveles de colesterol. Además, la pérdida de peso produce un mejor control de la diabetes y reduce la presión arterial.

También parece ocurrir un proceso de desintoxicación, ya que cualquier toxina almacenada en la grasa del cuerpo se disuelve y se elimina del cuerpo. Después de unos días del ayuno, aparecen niveles más altos de ciertas hormonas en la sangre (endorfinas), lo que resulta en un mejor nivel de alerta y una sensación general de bienestar mental general. La ingesta equilibrada de alimentos y líquidos es importante entre los ayunos. El riñón es muy eficiente para mantener el agua y las sales del cuerpo, como el sodio y el potasio.

Sin embargo, estos se pueden perder a través de la sudoración. Para evitar la degradación muscular, las comidas deben contener niveles adecuados de “alimentos energéticos”, como los carbohidratos y un poco de grasa. Por lo tanto, una dieta balanceada con cantidades adecuadas de nutrientes, sales y agua es vital.