No será tan malo como cuando se lo colocaron. Normalmente le digo a mis pacientes que el dolor es comparable a sacar un diente de bebé. Nadie recuerda haber perdido más, solo saben que lo superaron 20 veces, por lo que debe haber sido nada. Pero realmente depende del umbral del dolor, de cuánto tiempo estuvo el tubo en el pecho y de la experiencia de la enfermera asistente que jala el tubo durante la extracción. Dependiendo de la técnica preferida, se le pedirá que contenga la respiración o exhale por completo; el tubo se quitará en menos de un segundo y la sutura preparada se apretó (o se aplicó un clip, de nuevo dependiendo de la preferencia de su departamento). Picará un poco cuando se tira y cuando la sutura se aprieta, pero estos dos eventos prácticamente se superponen y deja de doler en menos de un minuto. Nunca prescribo analgésicos para este procedimiento, ya que es rápido y bien tolerado por los pacientes.
Solo tuve un paciente que se quejó de dolor cuando era un estudiante que me quitaba el segundo tubo de tórax. La enfermera asistente se tomó su tiempo tirando del tubo, y cerré la sutura sobre el tubo, pellizcando la piel sobre él. El paciente me gritó un poco, pero no más de 30 segundos, que es exactamente cuánto tiempo tardó en desaparecer el dolor.