En 1901, Duncan MacDougall realizó un experimento.
El Dr. MacDougall llevó a cabo este experimento en seis pacientes moribundos que fueron colocados en básculas de peso Fairbanks hechas especialmente justo antes de su muerte. La intención del Dr. MacDougall era pesar cada cuerpo antes y después de la muerte para determinar cualquier diferencia medida por las delicadas escalas. Los pacientes fueron seleccionados en base a su muerte inminente. Dos pacientes padecían tuberculosis, 5 eran hombres y uno era una mujer.
El Dr. MacDougall midió cuidadosamente el peso de su primer paciente antes de su muerte. Una vez que el paciente murió, ocurrió un evento interesante. Luego del experimento y la consulta con los otros médicos tratantes, se determinó que la pérdida de peso promedio de cada persona era ¾ de onza.
MacDougall quería demostrar que las almas humanas tienen masa. Por lo tanto, llegó a la conclusión de que un alma humana pesaba 21 gramos. El Dr. MacDougall admitió que era necesario realizar más investigaciones.
Entonces, después de la muerte, el peso del cuerpo disminuye.