En mi opinión, tomar LSD mientras está deprimido es una mala idea, por varias razones.
En primer lugar, el LSD funciona al interrumpir el funcionamiento normal de los químicos en su cerebro, específicamente los neurotransmisores dopamina y serotonina. Estos neurotransmisores son los mismos químicos involucrados en la regulación del estado de ánimo y la emoción. Los antidepresivos ISRS funcionan al aumentar los niveles de serotonina en las sinapsis de su cerebro. Entonces, si estás deprimido, jugar con la química de tu cerebro con ácido probablemente no sea sabio.
En segundo lugar, si tomas ácido cuando estás deprimido, corres el riesgo de tener una experiencia desagradable y realmente negativa, también conocida como un viaje realmente malo. El LSD tiende a intensificar las emociones que estás sintiendo en ese momento; así que si vas a un viaje con una mentalidad negativa, el ácido lo empeorará.