Hay varios síntomas que son bastante consistentes para personas con dolor de espalda baja o dolor de cuello por enfermedad degenerativa del disco, que incluyen:
Las actividades que implican flexión, levantamiento y torsión generalmente empeorarán el dolor del paciente *. Ciertas posiciones generalmente empeoran el dolor. Por ejemplo, para el dolor degenerativo del disco lumbar, el dolor generalmente empeora al sentarse, ya que en la posición sentada los discos luminocentes se cargan tres veces más que en pie *. Caminar, e incluso correr, en realidad puede ser mejor que estar sentado o de pie por mucho tiempo *. Los pacientes generalmente se sentirán mejor si pueden cambiar de posición con frecuencia *. Los pacientes con DDD lumbar generalmente se sentirán mejor reclinados (como con las piernas apoyadas en un sillón reclinable) o acostados con una almohada debajo de las rodillas, ya que estas posiciones alivian el estrés en el espacio del disco lumbar.
Dolor severo de enfermedad de disco degenerativa:
La mayoría de los pacientes con enfermedad degenerativa del disco tendrán algún dolor lumbar crónico subyacente o dolor en el cuello, con episodios intermitentes de dolor más intenso. No se conoce la causa exacta de estos episodios graves de dolor, pero se ha teorizado que se debe a una micromovimiento anormal en el disco degenerado que desencadena una reacción inflamatoria. En un intento por estabilizar la columna vertebral y disminuir el micromovimiento, el cuerpo reacciona al dolor del disco con espasmos musculares. Los espasmos reactivos son los que hacen que los pacientes sientan que su espalda se “ha apagado”.
En general, el dolor del paciente no debe ser continuo y severo. Si es así, entonces se deben considerar otros diagnósticos.