Todo lo contrario parece:
Un estudio en la Universidad de Harvard descubrió que las mujeres con sangre del grupo AB o B tienen un riesgo elevado de desarrollar cáncer de ovario.
Otra investigación ha encontrado que las personas con sangre tipo AB y B tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar cáncer de páncreas.
También existe el temor de que la sangre AB pueda duplicar o incluso triplicar el riesgo de que las madres embarazadas que padecen la preeclampsia potencialmente letal para la presión arterial.
Un estudio de 2012 de la Universidad de Harvard encontró que las personas con sangre no O también tienen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Pero aquellos con sangre tipo AB fueron los más en general en riesgo, lo que demuestra una probabilidad 23 por ciento mayor de sufrir enfermedades cardíacas que los sujetos tipo O.
Un estudio reciente descubrió que las personas con sangre tipo AB tenían un 82 por ciento más de probabilidades de experimentar dificultades con la memoria, el lenguaje y la atención que las personas con otros tipos.
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