El término láser frío se refiere al uso de niveles de luz láser bajos o de baja intensidad. Se cree que el tratamiento con láser frío ayuda a algunos tipos de dolor, inflamación y curación de heridas. Estos láseres se usan directamente sobre o sobre el área afectada.
La terapia con láser frío, también conocida como terapia con láser de bajo nivel (LLLT), se ha investigado y utilizado clínicamente durante más de 30 años, principalmente en Europa del Este y Asia. La capacidad del láser para cortar, cauterizar y destruir tejido es bien conocida. Estos mismos o similares láseres a potencias inferiores pueden alterar de forma no térmica y no destructiva la función celular. Este fenómeno, conocido como bioestimulación láser, es la base para el uso actual del láser para tratar una variedad de afecciones articulares, neurales y de tejidos blandos.
El láser frío o terapia láser de bajo nivel se puede usar para:
- Las condiciones inflamatorias como el síndrome del túnel carpiano, epicondilitis, fascitis plantar y bursitis con excelentes resultados.
- Manejo del dolor para la mialgia fibrosa Dolor miofscial, dolor de cuello cervical, dolor torácico y lumbalgia.
- Trastornos del tejido conectivo como esguinces, distensiones, tendinitis y roturas de tendones.
- Lesiones o desórdenes de la articulación tales como trastornos de la ATM, osteoartritis, dislocaciones y lesiones de ligamentos.
- Lesiones o trastornos musculares como contusiones musculares, contusiones, rupturas musculares y contracturas de acortamiento muscular como hombros congelados.
- Lesiones o trastornos neurológicos como discos prolapsados, discos rotos o herniados, lesiones por aplastamiento, neuritis y dolores de cabeza.