Acabas de disfrutar de una pizza o hamburguesa y después de cinco minutos tienes este impulso abrumador de dormir. ¿Por qué las comidas son seguidas a menudo por un impulso repentino de tomar una siesta, y debería estar preocupado por ello?
Tu cuerpo necesita energía para funcionar. Obtenemos esta energía de nuestra comida, que se descompone en combustible o glucosa, en nuestro sistema digestivo, y luego los macronutrientes proporcionan calorías, o energía, a nuestros cuerpos. Más que simplemente cambiar comida en energía, nuestro ciclo digestivo desencadena todo tipo de respuestas dentro de nuestro cuerpo.
El nivel de azúcar en la sangre aumenta y la insulina se produce para permitir que este azúcar pase de la sangre a las células, donde se usa como energía. Curiosamente, también hay hormonas que pueden aumentar en el cerebro, como la serotonina, que pueden provocar somnolencia. La melatonina, la otra hormona que induce el sueño, no se libera debido a la ingesta de alimentos, pero la comida sí influye en la producción de melatonina.
Aunque todos los alimentos se digieren de la misma manera, no todos los alimentos afectan a su cuerpo de la misma manera. Los alimentos ricos en proteínas, junto con la espinaca, la soja, los huevos, el queso, el tofu y el pescado contienen el aminoácido triptófano, que el cuerpo utiliza para crear serotonina, posiblemente responsable de esa neblina posterior a la comida. Las cerezas afectan los niveles de melatonina, los carbohidratos causan un pico y la posterior caída en el azúcar en la sangre, y los minerales en los plátanos relajan los músculos. Cualquiera de estos factores podría dejarlo con sueño.
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La buena noticia es que hay alimentos que pueden tener el efecto opuesto. Por ejemplo, una dieta balanceada que incluya verduras, granos integrales y grasas saludables promueve la energía sostenida. Beber mucha agua, evitar demasiada azúcar y comer comidas más pequeñas y más frecuentes también pueden ayudar.
El ejercicio puede mantenerlo alerta durante el día, lo que minimiza el riesgo de una depresión posterior a la comida. Múltiples estudios encontraron que el ejercicio regular ayuda a aumentar la energía y reducir la fatiga. En otras palabras, ser sedentario no crea ningún tipo de reserva de energía a la que pueda acceder a voluntad. En cambio, estar activo te ayudará a asegurarte de que tienes la energía para avanzar en tus días.
Si te sientes cansado después de una comida, hay muchas posibilidades de que sea solo tu cuerpo el que responda a todos los cambios bioquímicos causados por la digestión. En otras palabras, es completamente normal. Sin embargo, si el síntoma es perturbador y / o cambia sus hábitos de estilo de vida, no parece ser de ayuda, puede no molestarle hablar con su médico.
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