Cualquier relación que alguien tenga con alguien tiene altibajos. Una relación (ya sea amistad, familia o pareja) es un compromiso.
Nadie es perfecto, todos cometemos errores. Si esperas una relación perfecta con alguien, siempre estarás profundamente decepcionado. Si se compromete con alguien, entonces está reconociendo tomar lo bueno y lo malo. Si lo bueno supera a lo malo, es saludable. Si no, debes romper ese compromiso. Si es la primera opción, tengo algunos consejos para ti, si así lo eliges.
Dices que dijeron algo hiriente. Entonces dices que no lo saben. ¿Cómo puede responsabilizar a alguien por un error que no sabe que cometieron, no decirles, y luego castigarlo por ello al abandonar la relación? No estoy diciendo que lo que hicieron estuvo bien. Pero si se preocupan por usted y por ellos, se les debe dar la oportunidad de ser conscientes del error, disculparse y aprender a no volver a hacerlo.
Si ellos son tus amigos, no querían hacerte daño. Si ellos no quisieron, no son conscientes. Si fueran conscientes, querrían arreglarlo y mejorar. Si tomas esta acción y ninguna de esas cosas sucede, no son tus amigos. Entonces son ellos quienes han roto el compromiso.
Las relaciones son compromisos. Los compromisos requieren trabajo. Ninguna relación viene ‘mint-in-box’.