Si el macho adulto promedio pudiera correr 100 km / h, ¿qué le pasaría a su cuerpo (músculos y huesos)?

Cualquier respuesta sería altamente especulativa ya que esta situación está más allá de las capacidades humanas normales. Quizás una pregunta mejor sería: “¿Qué modificaciones musculares y óseas serían necesarias para que un hombre humano pueda correr 100 km / h?”

Modificaciones musculares especulativas: aumentar la velocidad contráctil implicaría un gran aumento en la actividad de la ATPasa miofibrilar, que es la capacidad de las proteínas contráctiles para utilizar energía. Esto aumentaría la velocidad de contracción física al nivel que tienen algunos animales. Junto con esto probablemente sea necesario que haya cambios en el tipo de fibra muscular a una velocidad de contracción más rápida y también cambios metabólicos en algunos niveles de enzimas para admitir más ATP disponible en marcos de tiempo muy cortos. Probablemente también necesite aumentos en las concentraciones de ATP y creatina para que haya más ATP disponible para las proteínas contráctiles. Estos cambios nos darían velocidades de ráfaga de 100 kph, pero es poco probable que proporcionen esa velocidad sostenida durante más de un minuto. Ser capaces de mantener 100 kph por períodos más largos requeriría una capacidad aeróbica mucho más alta, algo que sería muy difícil para un cuerpo tan grande como nosotros los humanos. Esa actividad metabólica mucho más alta no es un problema para las musarañas y los colibríes, pero para los animales más grandes sería muy difícil conseguir metabólicamente. Todo esto tendría que suceder sin ningún gran aumento en la masa muscular, ya que más músculo sería más peso para frenar uno.

Modificaciones musculares especulativas: huesos más fuertes serían necesarios, pero eso sería difícil porque eso aumentaría el peso. Probablemente lo que sería necesario serían modificaciones anatómicas al por mayor para que el funcionamiento sea más eficiente, como la columna vertebral del guepardo, que se dobla y se extiende mucho más que la nuestra. Otra modificación probablemente nos haría cuadrúpedos. Otra modificación del esqueleto sería algo que permita una mayor resistencia elástica en los tendones para que se pueda absorber y devolver más energía con cada golpe de pie. Esto cambiaría los tamaños y las relaciones de los huesos de las piernas y los pies.

En general, no seríamos reconocibles como humanos.