El hueso hioides ayuda en la respiración, como se explica a continuación, pero no sirve de ninguna manera para la “unión del músculo respiratorio”.
El hueso hioides es un ancla (origen) para tres pares de músculos infrahioideos . Uno de estos músculos, el tirohioideo, actúa cuando uno está tragando para elevar la laringe, por lo que puede encontrarse con la epiglotis y cerrar las vías respiratorias, evitando que uno se ahogue con alimentos o bebidas. Otro músculo del grupo infrahioideo, el esternotiroideo, no se adhiere al hueso hioides ni lo afecta, sino que baja la laringe nuevamente después de que se ha completado la deglución para que la respiración pueda reanudarse.
