¿Por qué no conocemos nuestros órganos internos, pero tenemos que aprenderlos del mundo exterior?

¿Quiere decir que no tiene “conciencia” de nuestros órganos internos? Probablemente porque el conocimiento de ellos no nos ayuda a sobrevivir, excepto cuando están funcionando mal, en cuyo caso, solo recientemente (en términos de historia humana) hemos estado en condiciones de hacer algo práctico al respecto. Incluso en el caso de un mal funcionamiento, la simple conciencia de los órganos nos compra poco a nada sin un análisis de la naturaleza del mal funcionamiento. Por ejemplo, el “problema hepático” es muy ambiguo, y varios tipos de mal funcionamiento del hígado requieren diferentes tipos de tratamiento.

Si fuéramos cognitivamente conscientes de todas nuestras funciones corporales internas, nuestras mentes estarían demasiado ocupadas y demasiado llenas de esa conciencia para lidiar con las realidades de la supervivencia. Es mucho mejor para nosotros que la mayor parte de nuestra función interna se maneje automáticamente para nosotros.