Hay dos tipos de glándulas sudoríparas: ecrinas y apocrinas . El cuerpo tiene miles de glándulas ecrinas, que regulan de manera efectiva la temperatura del cuerpo. A medida que aumenta la temperatura del cuerpo, el sistema nervioso se pone a trabajar para estimular las glándulas ecrinas a fin de liberar el sudor. El sudor se compone de agua, sodio y otras sustancias que ayudan a enfriar el cuerpo.
Las glándulas apocrinas se encuentran principalmente en las áreas de la axila y la ingle. Aunque la temperatura del cuerpo puede estimular estas glándulas, también se desencadenan por el estrés, la ansiedad o las hormonas fluctuantes. Las glándulas apocrinas producen bacterias que ayudan a descomponer el sudor, lo que causa olor corporal. Es por eso que simplemente ponemos desodorante debajo de los brazos en lugar de todo el cuerpo.
La gente tiene un promedio de dos a cuatro millones de glándulas sudoríparas. Pero la cantidad de sudor que libera cada glándula está determinada por muchos factores, incluidos el sexo, la genética, las condiciones ambientales, la edad o su nivel de condición física. Dos de los principales contribuyentes a la tasa de sudoración son el nivel de condición física y el peso de un individuo. Si un individuo pesa más, es probable que la tasa de sudoración aumente porque el cuerpo debe ejercer más energía para funcionar y hay más masa corporal para enfriar.
Por otro lado, una persona en forma comenzará a sudar más temprano y más fácil. Puede sonar extraño al principio, pero cuando alguien se pone en forma, el cuerpo se vuelve más eficiente para regular la temperatura corporal. Cuando comienzas a sudar antes, el cuerpo se enfría más rápido, lo que libera más calor corporal y te permite trabajar más duro durante más tiempo. Otra teoría sugiere que durante el ejercicio, el cuerpo necesita bombear más sangre a los músculos que trabajan, lo que también estimula las glándulas ecrinas y apocrinas.