Mi mayor error, compartido por muchos de mis colegas, era pensar que la médula espinal ocupaba todo el canal vertebral, llenando toda su longitud. La médula espinal en realidad termina aproximadamente al final de la segunda vértebra lumbar (L2).
Esto sucede debido a las diferentes tasas de crecimiento de esas dos estructuras durante la vida intrauterina. Hasta el 4to mes, ambos crecen a la misma velocidad, pero después de eso, el crecimiento de la columna vertebral se acelera, creando un espacio sin médula espinal por debajo del nivel L2.
Referencia: Machado, Angelo BM – Neuroanatomia funcional