En los Estados Unidos, se ha convertido en práctica habitual que un médico tenga una asistente femenina presente en la sala cuando realice un examen vaginal, pélvico o rectal en una mujer.
Si un paciente se siente incómodo con algo que está ocurriendo en la sala de examen, es muy permisible decir algo como:
“Soy un poco raro sobre este tipo de cosas. ¿Te importaría si tuviéramos a alguien más en la sala durante el examen? O tal vez podría reprogramar otro día y traer un amigo”.
Los niños y adolescentes deben tener un padre en la sala durante el examen.