Algunas personas ya regulan sus funciones corporales a través de la concentración y la práctica.
Es probablemente como andar en bicicleta, excepto que nadie (o muy pocos) sabe exactamente cómo entrenar para ello.
Los monjes de Tibetian practican una meditación llamada Tum-Mo en la cual regulan la temperatura de su cuerpo y se sientan afuera en la noche en un clima helado y envuelto en sábanas empapadas. Secan las sábanas con el calor de su cuerpo y derriten los bloques de hielo sobre los que se sientan, sin entrar en hipotermia.
La tecnología podría ayudar en el futuro, tal vez algún día pueda piratear su propio código de cerebro y personalizarlo para controlar algunos procesos corporales a voluntad