¿Cómo podemos justificar ser únicos cuando cada individuo está fisiológicamente hecho de la misma?

Como los humanos pertenecemos a la misma especie Homo sapiens, nos parecemos a cualidades y rasgos que nos hacen fisiológica y morfológicamente iguales pero no idénticos. Aunque la función que las proteínas (enzimas y hormonas) desempeñan en nuestro cuerpo es la misma, sin embargo, tienen una diferencia mínima en su secuencia que no altera su función normal . Estas pequeñas diferencias a nivel de proteínas y ADN justifican nuestra singularidad. Cuando estos cambios se vuelven vastos a nivel de tejidos y órganos, lo llamamos evolución de una nueva especie.