Creo que se podría argumentar que es tanto químico como eléctrico ya que ambos están involucrados en el proceso de visión.
A nivel celular y químico, tenemos pigmentos fotosensibles en nuestras varillas y conos que se construyen a partir de proteínas (opsinas) y cromóforos. La luz induce un cambio conformacional en la proteína que, a través de una serie de pasos, desencadena un impulso eléctrico que viaja hacia la retina interna, a lo largo de la capa de fibras nerviosas y fuera del ojo a través del nervio óptico.
Durante este cambio conformacional, el fotorreceptor “activado” se vuelve incapaz de absorber más luz hasta que el pigmento, a falta de una palabra mejor, se haya regenerado. El tiempo que esto tarda en suceder es el tiempo que usted llama “inerte”.