Si los seres humanos hubieran evolucionado en un planeta con un clima significativamente diferente, ¿nuestra temperatura corporal promedio de 98.6 (F) sería diferente?

La temperatura de nuestro cuerpo sería diferente, pero puede que no seamos los mismos mamíferos que los humanos actuales. No olvide el efecto que el calor tiene en la mayoría de los peces y reptiles: tiende a acelerarlos y darles energía. Eso es por una razón, la misma razón por la cual los mamíferos tienen una temperatura regulada elevada: las proteínas (especialmente las enzimas) en realidad funcionan mejor en ambientes caldeados. La temperatura del cuerpo humano se establece en un borde de cuchillos entre la temperatura óptima para la actividad enzimática y la temperatura a la que las proteínas mismas pueden desnaturalizarse debido al calor excesivo y degradarse químicamente. Este es el daño que un ser humano atraviesa con una fiebre extremadamente alta, la desnaturalización de las proteínas y las proteínas cerebrales van primero, lo que provoca daños y finalmente la muerte. Pero el punto es que fuimos evolucionados de tal manera que nuestra temperatura corporal normal se encuentra justo al lado de ese filo por una buena razón, para optimizar la actividad enzimática y metabólica, que todos tienden a soportar la energía requerida para mantener el cerebro en movimiento.

Por supuesto que está Darwin, quien dice que si estuviéramos en un ambiente mucho más frío o mucho más caliente, habríamos evolucionado para adaptarnos a eso, lo cual es cierto hasta cierto punto. Pero recuerda los ambientes por los que pasaron los homínidos durante su evolución al homo sapiens. En algún momento, los humanos estaban en la Edad de Hielo y llevaban el equivalente a la ropa de invierno (tenían frío). Pero en las edades entre hielos, cuando el mundo era más cálido, los humanos usaban poco para protegerse, todo era decoración, los humanos caminaban básicamente vestidos como turistas tropicales y eran bastante cómodos. Parece que los humanos evolucionaron para sentir 72 grados tan cómodos, y 98 grados como una buena temperatura corporal. No creo que sea una coincidencia, creo que es la evolución que nos empuja hacia la temperatura de ese filo de cuchillo, para optimizar nuestra actividad metabólica y cerebral.

En realidad, sí, podríamos y seríamos diferentes, ya que la evolución nos enseña que la forma sigue a la función.
Podríamos haber desarrollado un mejor mecanismo de enfriamiento que sudar.

Podríamos habernos quedado en el océano, ya que estaría más fresco que en tierra, convirtiéndose en gente de peces.

Podríamos haber encontrado nuestra existencia limitada por la región que está más fresca en nuestro planeta, desarrollándose como el pingüino.

Aquí es donde la ciencia es más fascinante. Las posibilidades son infinitas y todavía estamos evolucionando.

Gracias por el A2A!