Para empezar, hay una simplificación excesiva: el color del ojo es causado por la producción de pigmento. Un ojo humano no pigmentado es azul, debido a la forma en que las fibras en el iris reaccionan con la luz; el color varía en otras especies. Si tiene el gen para producir pigmentos, el ojo tendrá varios tonos de marrón, dependiendo exactamente de qué pigmento esté produciendo. El mismo gen cubre la pigmentación en ambos ojos.
Sin embargo, hay muchas cosas que pueden interferir con la producción de pigmento. Las lesiones, la enfermedad o el desarrollo asimétrico del embrión pueden causar que un ojo produzca más o menos pigmento de lo que está genéticamente programado. Esto hará que los dos ojos sean de diferentes colores.
Debido a que hay muchas maneras diferentes de que esto ocurra, no hay una sola causa que explique el patrón de heterocromía de cada familia. Incluso puede ser una simple coincidencia: dos miembros podrían tenerlo por razones completamente diferentes. O puede ser una predisposición genética a algún tipo de alteración del desarrollo. Estos pueden ser dominantes o recesivos.
La bioquímica que causa el cambio en la expresión del pigmento a menudo causa otros problemas de desarrollo, que pueden dar lugar a pelo o piel de diferente color (o piel, en el caso de los animales: un caso común de heterocromía en los gatos produce piel blanca). También puede provocar problemas neurológicos: los gatos heterocromáticos suelen ser sordos.
Si tú y tu tatarabuelo compartieron algunas otras características, podría aludir a una causa genética subyacente. Es bastante raro que sea probable que haya heredado algún gen, pero no puede descartar la coincidencia, o incluso algún factor ambiental desconocido si (por ejemplo) ambos viven en la misma área.